Son 20 años al máximo nivel en el motociclismo que han dado para mucho, desde serio contendiente al mundial de 500 cc (lástima ese fatídico Donington 1998), pasando POR ser uno de los artífices de la gran última década de Yamaha en MotoGP, su triunfo en las 8 Horas de Suzuka de 2008 y el culmen de su carrera: El mundial de SBK en 2011, primer español que lo consigue.
Cuando Checa comenzó en la competición de máximo nivel las cosas no eran como ahora. Llegó al mundial con 21 años, donde obtuvo una wild-card con el equipo Petrocat Honda para disputar el GP de Europa con sede en Montmeló. Un joven Checa aprovechó bien la oportunidad, ya que fue séptimo entrando justo detrás de otro ilustre, Jorge Martínez Aspar. Rápidamente se vio que Checa era piloto ‘de moto gorda’ y completó el año en 250 cc, con discretos resultados. Al año siguiente siguió su aprendizaje en 250 cc en el año del primer mundial de Max Biaggi, con un mejor resultado de un séptimo en Laguna Seca.
El siguiente paso en su carrera fue fichar por la estructura de Sito Pons en 250 cc igualmente con Honda, donde ya empezó a coquetear con el podio. Aunque tuvo que ser una lesión de Alberto Puig la que le diera la alternativa en 500 cc en el GP de la República Checa del 95. Quedó delante de gente como Alex Barros y cerca de Alex Crivillé, por lo que ya no dejó la categoría, considerado como un diamante en bruto. El apodo del Toro le viene por su coraje en pista y tesón.
En 1996 llegaron sus primeros grandes éxitos en la máxima categoría. Empezó el año fuerte con su primer podio en el mundial, en el circuito malayo de Shah Alam. Se las vio con la Suzuki de Scott Russell, pero salió victorioso en el duelo y se benefició de un fallo mecánico en la moto de Doohan. Después llegaron resultados muy irregulares hasta el GP de Cataluña. Allí, delante de su público, firmó un pilotaje perfecto y se aprovechó de la lucha entre Crivillé y Doohan poniendo tierra de por medio de principio a fin.
Su primera victoria en 500 cc
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Acabó el año con dos grandes carreras en Brasil y Australia, donde volvió a subir al podio en Eastern Creek. En 1997 ya con los colores de Movistar y un renovado caché sumó un par de segundos puestos en Paul Ricard y Assen, aunque se caía mucho arriesgando y Mick Doohan estaba intratable en la consecución de su cuarto título consecutivo.
Y llegó 1998, el mejor año de Checa en el mundial hasta que casi pierde la vida en una grave caída en Donington Park. Antes había ganado el GP de La Comunidad de Madrid en el Jarama en el mano a mano con el añorado Norick Abe. Es la última carrera del mundial que se disputó en el mítico escenario madrileño. También había madurado encima de la moto para no arriesgar más de la cuenta, ser más regular para poder ser un contendiente serio al título. Sin embargo todo se torció en la pista británica. Se caía en la curva Craner y horas después era ingresado para que se le extirpara el bazo. Bastante tuvo con volver encima de la moto solo dos carreras después, en Brno. Ya era un lujo ver al Toro de nuevo encima de la Honda tras ese angustioso GP. En tiempo récord.
Su ciclo con Sito Pons acabó y por fin consiguió status de piloto oficial, aunque en Yamaha. Era en un tiempo donde la casa de Iwata no era lo que es ahora. Eso sí, ya lució el orgulloso 7 en forma de Toro que no le ha abandonado hasta el final de su dilatada carrera. No pudo en el duelo con Max Biaggi en aquel entonces, y solo una racha de cuatros segundos puestos en las seis primeras pruebas de 2000 le hicieron soñar con algo más. Pero Honda mandaba y más aún con la llegada de Valentino Rossi en su ciclo 2001-2003. En ese último año fue el mejor piloto de Yamaha y las malas lenguas dicen que fue el artífice del gran cambio en favor de la M1 en las siguientes temporadas con Il Dottore a bordo en la estructura oficial.
Su ciclo en Yamaha también terminó y en 2005 tuvo su primera experiencia como piloto oficial de Ducati. Tras tantos años en Yamaha le costó mucho domar la salvaje Desmosedici, pero su buen rush final con dos podios no tuvo premio y perdió el asiento en favor de Sete Gibernau. La aventura de Checa en el mundial acabó tras dos temporada para olvidar con Tech 3 y LCR, dos equipos que entonces no eran lo que son ahora. Ni que decir de los neumáticos Michelin que montaba. Tampoco ayudaron en esos años donde Bridgestone mandaba en la guerra de gomas.
Con 35 años recién cumplidos El Toro pensó que no estaba ya para rellenar parrillas por mucho glamour que hubiera en el mundial y aceptó la oferta del equipo oficial Honda Ten Kate de Superbike. Carlos no había quedado muy contento con la nueva era de 800 cc y el creciente uso de la electrónica en las motos. En el mundial de motos derivadas de la serie tenía ante sí otro reto a su medida luchando por cosas importantes. Y en territorio comanche. El objetivo era conseguir el mundial donde ningún español lo había hecho antes y qué mejor que intentarlo con el equipo que había salido campeón el año anterior con James Toseland.
El primer año no fue nada mal, aunque el mito Troy Bayliss estuvo intratable y el 7 tuvo que conformarse con la cuarta plaza luchando por el subcampeonato con las Yamaha R1 de Troy Corser y Noriyuki Haga. Consuelo nada menor. Sumó su primer doblete en la categoría en el circuito de Miller Motorsports en Salt Lake, donde nadie era capaz de echarle el lazo. Y superó a gente fajada en la categoría como Fonsi Nieto y Rubén Xaus. Como piloto Honda también tuvo la oportunidad de llevarse las 8 Horas de Suzuka junto al espectacular Ryuichi Kiyonaki, cosa que no pueden decir muchos.
Checa en las 8 Horas de Suzuka
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En 2009 Checa comenzó a sufrir la falta de evoluciones de la firma del ala en la categoría y aunque sumó podios estaba claro que con el equipo holandés no podría cumplir sus objetivos. Se encontraba en 2010 sin ofertas de equipos ‘pata negra’ y decidió probar con la Ducati 1198R del equipo privado Althea Racing. Lejos de lo que pudiera parecer un paso atrás, la comunión con la estructura de Genesio Bevilacqua fue total. Eso fue la clave para con una Ducati muy limitada en potencia pura vencer una de las mangas de la prueba inicial en Phillip Island. Con sus altibajos Checa estuvo casi siempre delante de las Ducati oficiales de Haga y Michel Fabrizio, firmando también el doblete en Imola. Lástima el doble abandono por problemas mecánicos en Miller Motorports cuando lideraba en solitario ambas carreras. Quizás el campeonato habría tenido otro desarrollo, pero la Aprilia RSV4 R de Biaggi fue demasiado. Pero se vivían las carreras como cuando él y Crivillé empezaban a tener protagonismo de verdad en 500 cc, conquistando terreno virgen para el motociclismo español. Aunque fuera viendo píxeles en Eurosport.
Como premio compitió en las últimas carreras del mundial de MotoGP con Pramac Racing, aunque un abandono en Estoril y un 15º en Valencia dejaron claro que el Toro ya estaba en otra cosa y los prototipos ya no eran lo suyo.
Ese gran 2010 colocó de nuevo a Checa en las portadas, aunque justo ese año Ducati, la gran dominadora del mundial de SBK históricamente, dejaba de manera oficial el campeonato para volcarse de pleno en la llegada de Rossi al equipo de MotoGP. Checa agachó la cabeza y siguió con su amado equipo Althea y supervisión de Borgo Panigale. El resultado fue brutal. 15 victorias de 26 posibles (5 dobletes), 21 podios, 6 superpoles y 10 vueltas rápidas para 505 puntos. Solo el tremendo duelo de Colin Edwards y Troy Bayliss en 2002 deparó un mayor número de puntos en una temporada de Superbike. A un pilotaje sólido como nunca se había visto a Checa se unió el hecho de que ninguna otra bicilíndrica de Ducati se acercara a los puestos de honor. No tuvo penalizaciones de peso que hicieron su moto más competitiva frente a la Aprilia de Biaggi y la Yamaha de Marco Melandri. Lo que le había faltado en 2010.
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Con este campeonato Checa entraba por la puerta grande de los mitos de Ducati en la competición junto a los Fogarty, Bayliss o Stoner. Además de conseguir un lugar propio en el motociclismo español, más allá de su buena carrera en 500 cc.
En 2012 ocurría lo inevitable sin evoluciones en Ducati. Sumó un gran inicio de año con 3 victorias en cuatro carreras, pero le faltó la solidez del año anterior en algunas pruebas y unas BMW y Kawasaki emergentes le robaron protagonismo en su defensa del título. Fue cuarto desinflándose poco a poco en la parte final esperando el desarrollo de la nueva Panigale. En este 2013 no ha podido reponerse a una 1199 Panigale RS13 mucho más rígida que su amada 1098R y con poca evolución de la casa. Francis Batta y su estructura Alstare y la experiencia de Checa poco han podido hacer con las manos atadas. La superpole en Phillip Island hacía prever cosas buenas, pero la grave caída con Marco Melandri en la carrera inaugural le ha lastrado ya en todos los sentidos, ya que tampoco ha estado al 100% físicamente. Una moto muy difícil de pilotar con la que ha pagado un peaje gordo, más lesiones que en casi toda su carrera en su conjunto. Para eso estaba 2014, coger un nuevo proyecto que hiciera olvidar el mal sabor de boca de este 2013, pero había demasiadas incertidumbres y ha decidido dejarlo.
Queda uno de los pilotos más queridos por el motociclismo en España e Italia, donde tiene gran predicamento. La curva 3 de Motorland Aragón ya lleva su nombre como muestra de cariño. Y es que ha sido y es un trabajador incansable, gran deportista, gran desarrollador de motos y también un crack fuera de la pista. Tiene las simpatías de todos por su carácter. Y con su amor a la moto seguro que sigue ligado al mundillo, veremos si como jefe de equipo, piloto de pruebas u otras funciones. No ha debido ser fácil para él dejarlo, porque seguía teniendo nivel para estar con los mejores.
Mucha suerte en sus nuevos proyectos, que serán muchos y buenos.
